Reconozco que hacer un especial Surrealismo Pop puede sonar a redundancia innecesaria. Todas mis obras participan, de una forma u otra, de ese toque indudablemente surrealista. No es de extrañar que a menudo juegue con la técnicas propias de esa corriente artística como son el cadáver exquisito, la alusión a mundos oníricos, el automatismo e incluso, para desgracia del lector; la escritura indescifrable.
Pero en esta ocasión he querido hacer algo manifiesto y explícito. Haciendo referencia al Surrealismo Pop pretendo también defender la idea básica de este movimiento que pretende derribar la barrera entre los considerados highbrow art (arte elevado) y el lowbrow art (arte bajo o incluso calificado de mal gusto). Y de ello debe participar necesariamente el underground, el comix y la reinterpretación popular de los iconos sociales y artísticos.
Viñeta inicial de la historieta protagonizada por Ubú (por Nano y Ariel Díaz)
Por suerte, en este juego no ando solo pues a este Almanaque Wak! se han sumado un puñado de artistas (y amigos) que asumiendo el reto ofrecen visiones muy diferentes y sugestivas del asunto. Por las 80 páginas de este volumen veréis desfilar a los sospechosos habituales de números anteriores con apariciones estelares de Dalí y Ubú, homenajes a Magritte, delirantes historietas inconclusas y referencias a los límites del humor, la crisis de la página en blanco o el propio proceso creativo.
Todo esto y mucho más envuelto en una llamativa estampa hecha al estilo de los pintores más reconocidos del movimiento lowbrow.