Regreso de las vacaciones, vuelta a la rutina y tal vez también pueda retomar el pulso a este blog.
De un breve viaje por Normandía, aparte de bonitos parajes, catedrales góticas y buena cocina, me traigo un delicado souvenir relacionado con mis dos grandes vocaciones, la filosofía y la bande dessinée. De la variada oferta editorial en las librerías, me llamó especialmente la atención este artefacto:
En efecto, la revista
Philosophie Magazine, dedica un número especial al cómic (ya reseñado en
Sigue al conejo blanco). Un volumen de 100 páginas en formato álbum de tapa dura que recoge más de una veintena de artículos organizados en
seis bloques temáticos:
TOUT CECI A-T-IL (NON) SENS?
À QUOI SERVENT LES HÉROS?
PORQUOI TANT DE HAINE?
SOMME-NOUS MAÎTRES DE NOS DESTINS?
FAUT-IL MOURIR OU VIVRE?
LA VIE EST-ELLE UN RÊVE?
donde se desgranan reflexiones sobre Peanuts, Calvin & Hobbes, Tezuka, Maus, Little Nemo, Crepax, Manara, Gaston Lagaffe, Steve Ditko, Lucky Luke, SuspenStories y un largo etcétera.
a ello hay que añadir la inclusión de algunas páginas originales realizadas para la ocasión por Aurélia Aurita, Jul, Marc-Antoine Mathieu y Lewis Trondheim.
Definitivamente salir al extranjero, especialmente a Francia, resulta estimulante. Pequeños detalles como estos me incitan a dedicarme con renovado empeño a mejorar mis conocimientos de francés. Tal vez debamos concluir que en nuestro país vivimos en otro nivel cultural, en diferente sintonía y sensibilidad hacia creación artística y la cultura que nuestros vecinos del norte. Amén de la ventas y del reconocimiento tanto al lector como al profesional de la historieta, no es infrecuente que allí encontremos productos como la publicación mencionada y aquí tengamos que recordar a nuestra "clase intelectual" por cosas como el poco afortunado artículo
Dibujos Animados de Molina Foix que, por otra parte, inspiraron (inconscientemente) cosas como ésta:
(fragmento de mi historieta para el nº 2 de la revista "Killer Toons 2.0" realizada por la época del polémico artículo de Vicente Molina Foix. Alguien podría pensar que el protagonista de "Una mosca en la sopa", un periodista viciosillo y corrupto guarda un cierto parecido físico (aunque no se haya utilizado como modelo) con el autor del panfleto.)